Un article a La Vanguardia [Fragment]
...la prosa de Sagarra en la cultura impresa catalana ha contado con el apoyo de excepción de la benemérita colección divulgadora de Edicions 62 (MOLC), donde ocupa, con el desmayo habitual, dos volúmenes, bajo la mirada atenta de Carme Arnau, pero sorprendentemente sin el prólogo de Miquel Batllori, que justificó –y cómo– la primera edición, y cercenada del útil índice onomástico. [...]
Las Memorias se cierran curiosamente en 1918 y nos muestran el gesto íntimo del escritor. Amable siempre, de escritura precisa y adjetivo escaso: sujeto, verbo y predicativo, ajustados en frases que plasman el detalle significativo, y a menudo demoledor, de un personaje o evocan en trazo sobrio un entorno distante. En una sencilla gramática de eficacia difícilmente igualable, en ese catalán moderno que con tanta riqueza colaboró a normalizar.
Sagarra, Pla y Fuster son tres referentes obligados de la escritura catalana contemporánea. Tres conjurados frente la retórica conceptuosa y tardosimbolista de impronta difusa. Tres persuadidos de que la claridad es la mejor metáfora del buen gusto.
(J. F. Yvars: "Sagarra, un caballero particular", La Vanguardia, 22 de març de 1998)