Como si de un neodarwinismo se tratase, Històries d'amor nos sitúa ante una obra completa, que integra de manera notable inteligencia, racionalidad y sentimientos. Los personajes tienen un cierto discurso ético que acostumbra a ser ambiguo, abierto, para que el espectador tome partido. Històries d'amor no está escrita exclusivamente para exponer una tesis sobre las relaciones del hombre con el lugar de trabajo. Por debajo de la trama subyace en la mente de Toni Cabré la idea del debate por parte del espectador: hasta qué punto resulta rentable ser sincero en el terreno amoroso. Cuando nuestros tres personajes comienzan a desnudar sus verdaderos sentimientos, ese castillo de arena que habían levantado formando sus vidas se desmorona de forma fulminante. Entonces el terreno está abonado para la duda, para el discurso ético ante las cuestiones básicas que ordenan nuestra existencia. [...] El gran acierto de Històries d'amor es el de poner sobre la mesa el debate sobre la verdad y la mentira, la ética del trabajo y del amor, porque el espectador ante lo expuesto reacciona y, si no lo hace, al menos duda de su realidad. No se pierdan esta historia llena de suspense contada con inteligencia y vigor, que mantiene a los espectadores en vilo hasta el último instante.

(J. A. Aguado. "¿Es útil decir siempre la verdad?", Diari de Terrassa, 13 d'octubre de 2000)

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Historias de amor me pareció muy bien resuelta por Toni Casares, cada día mejor director. Planea sobre Historias de amor la sombra (benéfica) de David Hare [...] un gusto similar por contar historias, con personajes y temáticas actuales, vivas, y escenas y diálogos con verdadera habilidad dramática.

(Marcos Ordóñez. "Dos noches en el Nacional", El País, 23 d'octubre de 2000)

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Lo que Toni Cabré nos ofrece en esta interesante propuesta, prologada por Jaume Melendres, no es mas que un drama corriente, uno de los muchos dramas que asoman detrás de cada puerta, a la vuelta de cualquier esquina. Sustituyan empresa por equipo de fútbol y asomarán otros muchos dramas, sórdidos, crueles, llenos de violencia.

(Manuel F. Vieites. Revista de la ADE, núm. 76, setembre de 1999)

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Toni Cabré es uno de los dramaturgos más prolíficos y más editados (desgraciadamente, poco estrenado) desde los inicios de la recuperación del texto. El teatro de Cabré asume la perplejidad dramatúrgica del momento y se plantea la recerca de la pròpia identitat (Àlex Broch); al mismo tiempo, a veces usando el juego teatral entre realidad/ficción, describe unos personajes que, ante un medio coactivo, intentan evadirse de la realidad guiados por el deseo imposible de ser felices. A destacar Històries d'amor (1993), en que la dinámica implacable de la gran empresa —metáfora de una sociedad magmática, expansiva i despersonalizada— anula los seres que se relacionan con ella e hipoteca la viabilidad de sus relaciones interpersonales. Unos seres que, o bien han sustituido el auténtico amor por una sumisión absoluta a la fiera —que cuando ya no los necesita los expulsa y olvida—, o bien han cometido el error de creer que podían manipularla en beneficio de una idea equivocada de felicidad.

(Carles Batlle i Jordà. Revista Estreno, Penn State University, USA, 1998)