Cómo es posible que nadie se acuerde de alguien que ya estaba practicando el tarantinismo antes de que Tarantino y sus diversos acólitos hubieran aprendido a juntar la "p" con la "a" . Andreu Martín lleva más de 15 años diseccionando el bajo vientre podrido de nuestra sociedad y aquí nadie se entera [...]

Quien diga que no hay narradores contemporáneos españoles dignos de ser leídos, que le eche mano a algún libro de Andreu Martín. Le aseguro que no lo soltará hasta el final.

(Roger Wolfe: "sobre Jugar a matar", El Mundo, 5 de novembre de 1995)

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Martín es conocedor de las fórmulas de la literatura para adolescentes con las que se consigue el "milagro" de hacer leer a los más jóvenes de la casa.

(Sergi Dòria: ABC [Catalunya], 26 de novembre de 1997)

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C'est vif, bien ficelé, bien écrit. Parfait... même pour les adultes!

(Martine Laval: sobre Flanagan de luxe, Télérama, 25 de juny de 1997)

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Una novela soberbia, la de un autor en plenitud del uso de todos los registros narrativos (no sólo de la novela negra), que no rehúye la reflexión sobre el hecho expresivo ni las abstracciones técnicas que se desprenden.

(Paulina Fariza: sobre L'home que tenia raor, La Vanguardia, 6 de juny de 1997)

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Pessimiste, rapide, ce petit libre est issu de la meilleure lignée, celle qui va de Hammett à Manchette.

(Edouard Waintrop: sobre Barcelona Connection, Libération, juny de 1998)