La segunda infancia de don Honorato
Don Honorato acaba de jubilarse y todos pretenden organizarle la vida para que este ocupado y no se deprima, pero el tiene sus propios proyectos y, con mucha paciencia y bastante sorna, consigue realizarlos y librarse de las imposiciones de los demás. En tono amable y con cierta dosis de humor, Ricardo Alcántara crítica en su relato la mala costumbre de tratar a los jubilados como marionetas.
(Sinopsi)